es un estado de equilibrio y armonía integral en todas las dimensiones de nuestra vida. Va más allá de la simple ausencia de enfermedad, abarcando nuestro bienestar físico, mental, emocional y espiritual. El bienestar implica tener una buena salud física, una mente clara y tranquila, emociones saludables y una conexión profunda con nuestro ser interior y con el mundo que nos rodea. Es un enfoque que reconoce la interconexión de todas estas dimensiones y busca cultivar una vida plena y satisfactoria en cada una de ellas.